Tras dedicar más de un año a trabajar en un proyecto de modelado 3D relacionado con el aniversario celebrado el pasado 2021 del centenario del fatídico Desastre de Annual prácticamente en cuerpo y alma, y habiendo podido conservar mi alma tras haber dedicado buena parte de este año igualmente a combatir en mis propias batallas contra mi pobre cuerpo , he decidido animarme a comenzar a incorporar en este blog resucitado de la nada buena parte de la información que he ido recopilando entorno a todos aquellos aspectos del Protectorado de Marruecos y los acontecimientos relacionados con él, bélicos o no bélicos, que me hayan despertado cierto interés.
Y para empezar por algún sitio, comenzaré por un tema relacionado con los modelos en los que estoy trabajando en estos momentos: los Camiones Protegidos del Ejército español.
Empecemos pues con…
EL MISTERIOSO CASO DE LOS CAMIONES PROTEGIDOS EN MELILLA Y EL FAMOSO CAMIÓN DESTRUIDO DE CASABONA
Como prólogo de este asunto de vital trascendencia para mi persona en estos precisos instantes, y que probablemente sea desconocido para una buena parte de la Humanidad en general, y de los interesados en este tipo de acontecimientos históricos en particular, introduciré el tema de los Camiones Protegidos incorporados al servicio en las tierras del Rif en 1921, tras los luctuosos hechos protagonizados por los rebeldes rifeños al calor de la rebelión de Abd el Krim, mediante una crónica (anónima) de los hechos acaecidos en torno al convoy que circulaba habitualmente por la carretera de Ixmoart a Casabona, para abastecer a ésta posición , el día 1 de septiembre de 1921, cuando uno de los blindados cayó en una zanja disimulada bien disimulada por los rifeños, dando lugar a uno de los episodios más memorables de aquella campaña de Reconquista emprendida por las tropas españolas tras la desbandada y masacre de los meses previos.
Crónica del convoy diario a Casabona 1.921
Con apenas siete días de estar establecido en el zoco El-Had de Benisicar en Melilla, el 2º Batallón del Regimiento de Infantería Sevilla nº 33 «El Peleador», el 31 de agosto de 1.921 sale el teniente José Antonio Pallarés Serrano al mando de la 1ª sección en la que se encontraba el soldado Vicente Gilabert Bernal (testigo de lo sucedido) perteneciente a la 4ª Compañía que mandaba el Capitán Gallardo integrada en el 2º Batallón, en misión de socorro para reforzar las tropas ocupadas en un asedio al límite por las fuerzas marroquíes en la defensa de un camión blindado con víveres y demás enseres, (convoy diario para abastecer a Casabona). Al ser emboscado por el enemigo, cayó en una zanja junto a un terraplén y un campo de viñedos.
El teniente se batió junto a sus soldados con un enemigo cuatro veces mayor en número, siendo herido en el brazo derecho a consecuencia de un balazo. Avanzando en la lucha, llegaron al cuerpo a cuerpo, recibió otros dos balazos uno en la cadera derecha y otro en el pecho (el combate duro desde las diez de la maña hasta las cuatro y media de la tarde). Los rifeños se apoderaron del inanimado cuerpo, pero fue recuperado por un suboficial de ingenieros perteneciente al convoy, llevándolo al campamento en una ambulancia, donde murió gloriosamente momentos después de su llegada, el balance de la operación fue de siete soldados muertos a parte del teniente y doce heridos, pudiendo salvarse el camión.
El convoy de Casabona en la prensa de la época
La noticia del 1 de Septiembre de 1921 en el Heraldo Alavés:
El 2 de Septiembre en ABC:
El 12 de septiembre de 1921 en la Voz. Parece que los restos del camión siguen en el mismo sitio:
El 15 de septiembre de 1921 en el diario La Libertad encontramos una maravillosa crónica firmada por Teresa de Escoriaza, enviada como corresponsal de guerra para dar cuenta de los sucesos en el Protectorado español de Marruecos, acerca del correo de los soldados perdido tras el vuelco del camión:
Cartas perdidas
En el drama del auto blindado que cayó camino de Casabona hay un «episodio desdeñado por los cronistas. Sin duda lo juzgaron poco importante. Realmente, junto a la ensangrentada serie de combates que constituyen esta cruenta acción parece cosa nimia. Lo parece, pero no lo es. iQué ha de serlo! Para mí hay más honda emoción ahí que en todo lo demás.
Asimismo he entrado en todo ei horror de las escenas culminantes. Las luchas repetidas cotidianamente durante una semana para magnificarse al octavo día en la tremenda pelea que tantas bajas costó han sicio entendidas por mí, sintiendo repercutir en mi corazón todos sus golpes. Y algunos ¡con qué fuerza aturdidora!. El heroico González Tablas herido al sostener a su gente. La ardorosa Legión diezmándose para recoger a sus bajas…
No obstante, el episodio triste, el episodio melancólido, el episodio que sin ser sangriento tiene tanto dolor… Ved si han hecho bien en desdeñarlo los cronistas juzgándole sin importancia.
Cuando volcó el automóvil en la zanja que cortaba el camino, se desparramaron por los peñascales, no solo los víveres y las municiones que conducía, sino también las cartas de una valija de correo. Y al recoger lo que pudiera ser útil al enemigo si de ello lograba apoderarse, no se pensó perder tiempo – tiempo que era más que oro en aquellas circunstancias, ¡que era sangre! – retirando lo que de nada servía a los moros.
Por eso, salvadas las municiones y los víveres, se abandonaron las cartas.
Allí quedaron, hasta que el viento las arrastró. Y luego fueron perdiéndose una a una por las cañadas, por los fosos, por las breñas. Yo las ví desde el parapeto del zozo blanquear juntas, primero; separadas, más tarde, y solitaria una, al fin. Después, si alguna quedó, sería pisoteada en la pelea. Todas, todas, se perdieron.
O al menos bálsamo para las heridas, alivio para la enfermedad, consuelo para la muerte. Al que desfalleciese por la dolencia o por la lesión, y al que se desesperara en la agonía, aquellas cartas le llevaban auxilio contra el duro trance.
Privad a mis soldados de todo – dijo un glorioso caudillo – menos de las cartas de sus afectos. ¡Sin las cartas de sus afectos se han quedado muchos de nuestros soldados!. Así he pensado al ver abandonada la valija del correo. Y he sentido una profunda emoción.
Alguna de esas cartas, al perderse, pudo dejar sin hace run héroe y ha podido hacer un mártir.
Teresa de Escoriaza
Melilla 12 de septiembre de 1921
La Época, 14 de noviembre de 1921. Solo quedan los restos del camión (supongo que el cronista usa componer como sinónimo de reconstruir):
Otras crónicas acerca del convoy de Casabona
En la revista «Ejército» de Diciembre de 2020 se relatan los hechos:
En agosto de 1921 llegaron a Melilla los dos primeros camiones protegidos, un Nash-Quad y el único Federal, que tuvieron su bautismo de fuego el 22 de agosto en la toma de Casabona. El día 31, el camión Federal sufrió una emboscada que le provocó graves desperfectos al caer en una zanja, lo dejaron inoperativo y obligó a su retirada, por lo que, hasta octubre, en que llegaron para ser probados los cuatro Landa de artillería, el camión Nash- Quad fue el único vehículo disponible. Al mando de dicho camión estaba el sargento don Francisco Rancaño, que se haría famoso al intervenir en numerosas acciones, como la realizada el 16 de octubre, en la que, con su camión protegido, además de rescatar a un soldado español capturado, hizo tres prisioneros al enemigo.
Una de las crónicas más curiosa es ésta que se recoge en la colección de cromos «Guerra Melilla 1921» (hay que reconocer que el autor, desconocido, le echó imaginación para ilustrar el asunto, quizás inspirándose en un Lanchester o similar de la Gran Guerra):
La leyenda del cromo reza: ATAQUE DE UN CONVOY
El día 1 de septiembre salió del Zoco el Hac de Beni-Beni un convoy para aprovisionar la posición de Casabona. Con el convoy iba un auto camión blindado.
Al llegar a un recodo del camino, el camión quedó empotrado en una zanja abierta por los moros, y que disimularon perfectamente cubriéndola con ramas, piedras, etc.
El enemigo que acechaba arreció entonces en su fuego, esforzándose en impedir que se acercara auxilio alguno a dicho camión durante todo un día; llegando nuestros soldados a defenderse cuerpo a cuerpo, interviniendo en la contienda fuerzas de los regimientos de Sevilla y Extremadura, que sostuvieron una lucha encarnizada.
Breve introducción a los «Camiones protegidos»
Para quién no haya oido hablar de este tipo de vehículos, y aunque cobraron verdadero protagonismo tras producirse el «desastre», para encontrar el primer precedente hay que remontarse a 1910, cuando el Ejército decide desarrollar algún tipo de vehículo blindado para servir de apoyo a las columnas durante los desplazamientos por territorio rifeño. Tras probar varios vehículos, el modelo definitivo se construyó sobre uno de los chasis que empleaban los autobuses parisinos: el Schneider – Brillé.
Volviendo a 1921, el Ejército se ve de nuevo en la necesidad de proporcionar protección a las columnas y convoyes de aprovisionamiento y encarga la misión de desarrollar vehículos blindados a la sección de Comunicaciones (CEYC) y a la de Artillería.
En los centros de Ingenieros correspondientes se diseñaron diversos camiones blindados, utilizando chasis de camiones existentes sobre los que montaban estructuras de blindaje de 7 mm u 8mm, dotados en algunos casos con ametralladoras y torretas móviles, y que fueron denominados con el nombre genérico de Camiones Protegidos en el caso de los vehículos del CEYC y «Landa» en el caso de los de Artillería, siendo estos últimos un fiasco y no tardando en ser retirados del servicio.
Aunque hay muy poca información entorno a estos vehículos, llegaron a construirse un total de 31 unidades: 5 sobre chasis Nash-Quad (más conocido como Jeffery Quad, con tracción a las cuatro ruedas), 2 sobre chasis Benz, 1 sobre chasis Federal B3, y 23 Latil en dos series.
Los protagonistas de este relato serán los Camiones protegidos nº1 y nº2, los primeros en entrar en servicio y en participar en las tareas de apoyo al convoy diario a Casabona, en los últimos días de agosto de 1921, hasta que uno de ellos fue dañado por los rifeños en los hechos relatados previamente.
LAS IMÁGENES DEL INCIDENTE
Una foto relacionada en ABC:
Vamos ahora a intentar ilustrar al lector con imágenes de época para entender de qué estamos hablando (extraidas de aquí https://www.abc.es/archivo/fotos/nuestro-ejercito-de-operaciones-vista-parcial-del-campamento-del-7132449.html):
1. Nuestro Ejercito de Operaciones: vista parcial del campamento del zoco del Had.
2. El Camion blindado Numero 2 que Yendo A Casabona cayó en un foso preparado por los Moros
IMPORTANTE: Nótese cómo en ABC este camión con su silueta característica se identifica con el nº2.
La magnífica postal original que ilustra el hecho y el triste destino del camión:
Pero para triste destino el de uno de los conductores:
Sebastián Montaner Arxerias – Cabo del Centro Electrotécnico de Melilla
Soltero, 24 años, mecánico; hijo de Andrés Montaner y María Arxerias Aseus.
Se otorgó a su madre una pensión anual de 786,80 pta.
† 1 de septiembre de 1921 (1:30), herida por arma de fuego inferidas por el enemigo.
IMPORTANTE: Nótese cómo se puede ver perfectamente que este camión volcado tiene tracción a las 4 ruedas y demos entrada pues a la peliaguda cuestión que origina esta «breve» disertación:
¿ERA EL CAMIÓN VOLCADO EL Nº2 «FEDERAL» COMO SE CITA HABITUALMENTE?
En el 99% de las fuentes que he consultado, y como se puede ver en alguna de las citas anteriores, se considera que el camión destruido en el convoy de Casabona era el nº2 Federal, mientras que el nº1 Nash Quad salió indemne.
Empecemos por comparar las fotografías «oficiales» relacionadas con el acontecimiento de Casabona. A la izquierda el camión volcado. A la derecha, según ABC, el camión que habría de volcar.
Además de que el camión volcado tiene tracción a las 4 ruedas, se ve igualmente como el guardabarros delantero del camión volcado está extendido hacia delante, el morro hace ángulo respecto a la carrocería, hay bastante distancia entre el vértice central del capo y las ruedas delanteras, y se aprecian los ganchos delanteros, mientras que el camión intacto tiene los guardabarros simétricos y ajustados al diámetro de los neumáticos, el capó continúa el ángulo de la carrocería más o menos y los ganchos van en el frente del capó, no en los laterales, por lo que se puede concluir a simple vista que no es el mismo camión.
Parece ser que algo huele mal en esa zanja.
¿QUÉ TIPO DE CAMIÓN ES REALMENTE EL QUE VOLCÓ EN LA ZANJA?
Estudiando imágenes del chasis de los Jeffery Quad, se puede apreciar que hay ciertas diferencias entre el camión estadounidense y el camión volcado, pero entiendo que podría haber distintas variantes (dependiendo del fabricante del Jeffery, que fue licenciado), además de las ulteriores modificaciones que hiciera el CEYC para adaptar el blindaje.
No obstante hay partes similares entre un Jeffery y el camión volcado que identifican al modelo como un Nash Quad (las «rayas» de la parte inferior del motor, la transmisión delantera, etc.):
Así que podemos concluir que el camión destruido en Casabona en el famoso incidente y que acabó en la zanja fue un camión Nash Quad.
Repitamos por si no ha quedado claro: el camión destruido en el convoy a Casabona era un NASH QUAD:
PERO SI EL CAMIÓN VOLCADO ERA UN NASH QUAD, ¿QUÉ NUMERACIÓN TENÍA?
La información más común al respecto en todas las fuentes (como se puede leer en la propia descripción de la imagen del ABC) es que el camión dañado fue el Nº2. Y en la mayoría de las fuentes se cita a su vez que el nº2 era el único con chasis Federal.
De las fuentes también se deduce que en Casabona, a fecha de 31 de Agosto de 1921, había únicamente 2 blindados sirviendo en el convoy de aprovisionamiento regularmente: Un Nash Quad y un Federal.
El resto de Nash Quad y los Benz (y los Landa Ae artillería) no llegarían hasta después de este incidente, en octubre o noviembre. Como indica la revista «Ejército» que he citado antes u otros artículos como éste del Faro de Ceuta: https://elfarodeceuta.es/los-primeros-camiones-protegidos-del-ejercito-espanol-ii/.
No obstante, en casi todas las referencias que he encontrado acerca del tema de los camiones protegidos, se menciona repetidamente que el nº2 Federal fue el camión destruido (en la zanja) y luego reconstruido, como por ejemplo en Tank Encyclopedia:
Shortly after arriving in Melilla, The Camión Protegido nº2 was destroyed and removed from service. The chassis was reused but the new vehicle had a very different look to the original one. The overall size of the armored structure was reduced significantly, especially at the front and rear. In the middle, there was a box-like superstructure with a flat top. As in its original configuration, there was no turret, but there were hatches allowing for gunners to position their machine guns on this top platform. The former large box-like mudguards were replaced with semicircular ones.
La versión reconstruida del nº2 (en 1932 en Madrid durante la Sanjurjada):
Por intentar acudir a alguna fuente un poco más «oficial», he podido encontrar en el Memorial de Ingenieros de junio de 2020 una mención a los camiones protegidos(https://publicaciones.defensa.gob.es/media/downloadable/files/links/m/e/memorial_ingenieros_66.pdf) donde se ilustra la llegada de El Camión Protegido número 1 «Nash Quad» a Melilla el día de su presentación y se describe así: Para el primer vehículo se tomó como base el chasis de un camión modelo Nash Quad, con matrícula C.A.M. 195 (Camión Automóvil Militar número 195), de dos toneladas y tracción 4×4.
También se ilustra el vehículo nº2 el día de su llegada (La fotografía está fechada el 31 de agosto de 1921 y firmada por Alfonso. Archivo General de la Administración.) Se ve que le hicieron la foto justo antes de salir en la fatídica misión: El segundo vehículo estaba formado sobre un chasis de camión Federal, matricula C.A.M. 194, de tres toneladas y tracción 4×2. Sería el Camión Protegido número 2 (CP. 2).
¿Pero qué sucede si comparamos la imagen del CP2 con la de la zanja? Las similitudes son más que notables:
Todos los vehículos portaban en la carrocería un texto que incluía la numeración. Desgraciadamente, en el caso de los CP 1 y 2 no se aprecia demasiado bien. Pero podemos hacer un esfuerzo y asumir que en esta foto parece apreciarse el nº1:
Y en esta otra un número que podría ser el 2 (o el 3). Pero como parece que esta foto está oficialmente fechada en agosto, entonces tiene que ser el nº2.
CONCLUSIÓN:
Podríamos arriesgarnos entonces a asumir que el camión volcado es el nº2 (como indica el pie de foto de ABC y se muestra en la imagen) y que el nº1 fue el superviviente del convoy de Casabona. Y al mismo tiempo, que el error no está en la numeración de los vehículos implicados sino en el hecho de asociar el chasis Federal al nº1 y el Nash Quad al nº2.
Por tanto, cerremos el caso afirmando que:
el Camión Protegido nº1 era el Federal y el Camión Protegido nº2 un Nash Quad.
La navaja de Occam manda.
No obstante, y tras el desarrollo teórico de esta incógnita histórica, en el siguiente capítulo me centraré en la parte empírica que me toca en el desarrollo y modelado 3D de estos vehículos.